Me cuentan que en la diminuta pedanía albaceteña de La Pared (municipio de Balsa de Ves) se prepara la celebración de un festival de rock, para el que se cuenta con algún grupo de cierto renombre en el mundillo del heavy.
En ocasiones las ideas más sorprendentes pueden ser el germen de la recuperación social de una localidad en declive. Tan solo hacen falta ganas y personas capaces de ver más allá y arriesgar con apuestas comprometidas y diferentes.
Probablemente La Pared sigue la estela del éxito alcanzado el año pasado por un festival similar. celebrado en otra población albaceteña de características parecidas, el Zulema Rock, que el pasado año congregó en la aldea alcalaeña de Zulema (75 habitantes de derecho y bastantes menos de hecho) a más de 500 personas según estimaciones de la organización.
Entre los logros de aquel sorprendente evento, según la propia organización no se cuenta solo el haber multiplicado la actividad y población de la aldea probablemente por diez durante algunos momentos del fin de semana sino una serie de beneficios no siempre ponderables tales como la promoción del a propia aldea gracias a la difusión del evento en medios comarcales y provinciales y el haber atraido a la aldea a descendientes y antiguos vecinos que desde hace años solo rara vez vuelven a ella en momentos puntuales.
En ocasiones solo es necesaria una chispa para hacer prender las ganas de volver de aquellos que se fueron. En ocasiones solo hay que dar una excusa para que quien hace años cambio la aldea o el pueblo por un apartamento en la playa cambie su elección y sus hábitos. Lo que unos particulares pueden conseguir en un fin de semana podrían conseguirlo y consolidarlo las administraciones públicas a lo largo del año. Desafortunadamente las administraciones parecen más empeñadas en conseguir que la ciudad de Albacete triplique su población que en rescatar al medio rural de su agonía y los esfuerzos de algunos soñadores caen en saco roto sin llegar a germinar.
¡Animo a las gentes de La Pared con su festival, y a las de Zulema, por marcar el camino y demostrar que no es necesario tener 5000 habitantes para organizar un festival digno, pasar un buen fin de semana y ayudar modestamente a la recuperación del medio rural!
¡Animo a quienes lo intentan salvando dificultades en lugar de esperar, vegetando, a la muerte de una parte de si mismos!
3 comentarios:
Este tipo de eventos repercute directamente sobre la vida del pueblo, no siempre de la mejor manera y no siempre dejando recursos en él... pero sí que es cierto que en numerosas ocasiones sí que sucede.
En cualquier caso creo que es una solución buena para la promoción pero no para el mantenimiento de una población y modo de vida constante a lo largo del año.
Por otro lado, cualquier tipo de iniciativa suma y se une al resto de modo que entre pequeños proyectos se puede sacar adelante el pueblo.
Un saludo desde Terra Castellae
Esta claro, que estas iniciativas no son la panacea y son sólo soluciones parciales, pero utilizando múltiples soluciones parciales se puede lograr un modelo para el ámbito rural castellano.
Aparte de festivales de rock, existen experiencias exitosas (con otros temas, como la creación de cursos de inmersión lingüística, la organización de torneos de ajedrez u otras actividades artisticas. Incluso podrían ampliarse a festivales(torneos) de rol, de juegos tradicionales....
Saludos
Las instituciones podrían ayudar estructurando e integrando en un plan general las distintas iniciativas particulares. Por desgracia y a menudo no solo no apoyan sino que incluso dificultan y ponen trabas a estas iniciativas.
Está claro que un Festival de Rock no va a recuperar a una población en declive, pero para una población de menos de 100 habitantes es un evento social y cultural de primerísima magnitud, que bien explotado y dentro de una planificación global de actividades anuales, desarrolladas con el objetivo de revitalizar la población puede contribuir muy positivamente.
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