viernes, 14 de noviembre de 2008

LOS VECINOS DEL VALLE DEL TIETAR RECIBIRÁN ASISTENCIA SANITARIA EN TALAVERA

Parece ser que nuestros ¿nuestros? políticos han decidido dar un pequeño paso adelante y que la lógica y el sentido común se imponen a veces a la aberración de unas divisiones autonómicas arbitrarias.

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Junta de Castilla y León han llegado (o están cerca de llegar a ello) a un acuerdo para que los vecinos del Valle del Tietar (Castilla y León) puedan recibir asistencia en la zona sanitaria de Talavera (Castilla-La Mancha). Se acaba así con la incomodidad de los vecinos de la comarca del Valle del Tietar que, a causa de la ridícula división administrativa de Castilla en pedazos habían de soportar la molestia de desplazarse para recibir asistencia sanitaria en condiciones, teniendo Talavera mucho más cerca.

Dividir Castilla en autonomías y encima convertir a esas autonomías en taifas incapaces de interactuar y de emprender acciones coordinadas para la defensa de sus mutuos intereses genera situaciones que claman al cielo y que se resuelven con cuentagotas. En la Castilla Central esa división administrativa genera situaciones lamentables: gentes que no pueden recibir asistencia en el hospital que tienen a tiro de piedra porque “es de otra autonomía”; bomberos que no pueden extinguir un fuego porque “la otra autonomía debe dar permiso” ¡para extinguir un incendio colosal, que a este punto llega la idiotez!; estudiantes de Toledo que encuentran dificultades para hacerlo en Madrid; problemas compatibilidad en los bonos de transporte que sufren aquellas personas que viven en una autonomía pero trabajan en la vecina…

Es curioso que las autonomías del estado más ranciamente centralistas y españolistas defiendan tan patéticamente los arbitrarios límites cuasi-fronterizos que arbitrariamente las dividen. A la hora de defender sus respectivos núcleos de poder caciquil los políticos castellanos son más nacionalistas que Puigcercós (ERC).

Quienes defendemos la unificación de Castilla como forma de acabar con las chorradas fronterizas que separan y perjudican a personas que comparten desde hace siglos una misma cultura no podemos menos que lamentar la doblez de los políticos castellanos que tanto afirman creer en la indisoluble unidad de España, pero aplican muy poco tal política (siquiera a escala castellana) desde sus poltronas autonómicas.

Así que, de tanto en tanto, con cuentagotas y con alcance limitado, aparecen medidas que si no corrigen el problema cuanto menos lo parchean. Vergüenza debería dar a nuestros políticos el mero hecho de que sea necesario un acuerdo interautonómico para que un ciudadano pueda disfrutar de asistencia sanitaria en el pueblo de al lado, cuando de hecho la única diferencia entre un pueblo y el otro es el que ambos se encuentran en lados opuestos de una frontera absurda.

Pero en las autonomías castellanas la culpa siempre es “de los catalanes” y la sociedad civil castellana, no solo calla, sino que hasta otorga.