Para esto sirve la guardia civil.
Antes que nada, una digresión poco rural, que nos llevará al tema, lo he partido en tres mensajes, por su extensión:
Hace unos días los medios de desinformación de masas se hacían eco de los disturbios en Pozuelo, localidad madrileña en que una horda de jóvenes enfurecidos encimaba, sitiaba y casi linchaba a efectivos de las fuerzas de seguridad del estado. Los sucesos han desatado una oleada de sesudos análisis, que en buena parte han de quedar en nada en cuanto el suceso deje de ser noticia, sobre la permisividad de la sociedad y la pérdida de valores y disciplina entre la juventud. Menos espacio (ningún espacio) han tenido en los medios las versiones que desmienten lo contado en estos como verdad prefabricada y señalan como detonante de la revuelta una brutal e improvocada carga policial. Tampoco ha tenido ningún predicamento entre los sesudos analistas y pensadores a sueldo de las cadenas que orlan la chapucera TDT hispánica la idea de que el comportamiento prepotente y arbitrario de las fuerzas de seguridad del estado y el diferente celo que manifiestan en la persecución del delito según se llame el delincuente, tenga algo que ver en el hecho de que los jóvenes (botelloneros, como sus padres aunque ellos lo llamasen de otra forma, pero en general también más informados, y críticos) tengan cada vez menos respeto por la “pulisia” hasta el punto, si cabe, de liarse a botellazos con ella.
Así a bote pronto:
-Un ministro del gobierno del Reino de España, condenado por HECHOS RELACIONADOS CON TERRORISMO DE ESTADO. Convicto por un periodo ridículo en la cárcel de Guadalajara. HOMENAJEADO por el PSOE al abandonar la cárcel como exconvicto por un delito relacionado con el terrorismo de estado.
¿La apología del delito no es delito? ¿Dónde estaban las fuerzas de seguridad del estado?
-Presidente de la Comunitat Valenciana del Reino de España. Encausado por hechos susceptibles de constituir delito de cohecho. No procesado.
Presidenta de la Comunidad de Madrid, sí, adivinasteis, del Reino de España. Sobre cargos de su gobierno recaen graves acusaciones, plasmadas además en varias imputaciones por hechos que podrían constituir diversos delitos. Entretanto en el seno de ese mismo desgobierno autonómico aparece un escándalo de espionaje y bajezas varias. Para los gerifaltes de su partido, la culpa es del fiscal general del estado ¿? (suponemos que por investigar, y no dejarles seguir mangando… presuntamente.)
¿Dónde estaban las fuerzas de seguridad del estado?
Contra ninguno han lanzado pelotas, a ninguno han golpeado… una vez se llevaron a uno de estos esposado, una risa tú, pero creo que al director general le van a hacer ir de rodillas al congreso o algo, a pedir perdón por tamaño atrevimiento… ¡esposar a un presunto delincuente, acabáramos!
(Continua en 2ª parte)
1 comentario:
Claro, pero las fuerzas de seguridad del Estado son mandadas, si les dan orden de cargar, ellos cargan, no quita que siempre haya algún idiota con uniforme que quiera ser más que dios.
Buena entrada. Saludos.
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