Procedencia de la imagen: www.noseas.com
Esto es un GATO y si hemos de definirlo diremos que es peludo, bigotudo, doméstico, astuto, comodón y, para que engañarnos, algo bobalicón a veces. Pero también es un hábil cazador que tiene especial querencia hacia los roedores y similares.
Así que, vistas las cualidades del bicho he decidido ponerlo a guardar los frondosos trigales que sirven de fondo a este blog, visto que antes se congelará el infierno que la Junta de Castilla y León ponga freno a la plaga de topillos que asola el campo en varias provincias de la Castilla norteña.
La última decisión de la Junta tienen que ver con el empleo de bromadiolona. Un producto fitosanitario (forma “fisna” de llamar al matarratas en la actualidad) que dispersado por el campo envenena al topillo causándole la muerte en algo menos de una semana.
Y ciertamente de eso se trata, si no fuera porque la bromadiolona tiene la cualidad de matar por igual a cualquier bicho viviente que trague cantidad suficiente, con lo cual el empleo masivo que promete la señora viceconsejera puede provocar la mayor hecatombe animal desde la extinción de los dinosaurios.
¿Exagero?
Según Agencia EFE, en un despacho (de prensa, no de oficina…) que se está debatiendo en Foros Castilla, la señora viceconsejera ha prometido “toda la bromadiolona que sea necesaria” para acabar con la plaga. Como si fueran caramelos oiga ¡que aquí no hay miseria!
Podemos erradicar a los topillos, a las rapaces, al primer felino que pase por allí y a todo carroñero viviente. Muerto el perro, el gato, el topillo, el buitre, el águila, el buho, la culebra y todo bicho viviente… se acabó la rabia.
Pero la bromadiolona no solo tiene la virtud de dejar el campo libre de animales, como una patena y preparadito para hacer urbanizaciones chabacanas. El producto tienen virtudes complementarias y muy prácticas: envenena el agua, es nocivo para el ser humano, y encima es persistente y tarda a degradarse… una joya.
Se diría que semejante matarratas va a ser aplicado bajo la experta supervisión de técnicos agrarios y biólogos, no sea que por casualidad se envenene un pozo potable o que un cazador se coma un bicho que ha comido lo que no debía… Claro está que las instituciones son serias y no juegan con estas cosas ni piensan rociar varias provincias con un veneno mortal.
¿Seguro que está claro?
La señora viceconsejera no lo tiene tan claro porque no solo piensa suministrar “toda la bromadiolona” que sea necesaria” sino que “serán los agricultores los que la apliquen a sus cultivos” Lo cual sería razonable para una aplicación localizada pero en la práctica representa poner en manos de personas no preparadas y “de forma gratuita” cantidades ilimitadas de un producto tóxico y mortal capaz de envenenar ríos y acuíferos, para que lo distribuyan por provincias enteras…
Y, aparte de repartir veneno a mansalva, como el que tira caramelos en una cabalgata ¿se van a adoptar medidas de control? ¿se van a impartir cursos? ¿se va a controlar cuanto veneno recibe cada cual y como lo emplea? O SE VA A COMPRAR EL VOTO FÁCIL PRETENDIENDO EN VISPERAS DE ELECCIONES QUE SE HACE MUCHO POR LA AGRICULTURA CUANDO LLEVAN CASI DOS AÑOS SIN HACER NADA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario